Anoche tuve la oportunidad de probar por primera vez este tabaco cubano de la marca Punch.
La unidad en cuestión procede de una caja de 2005 perfectamente añejada y conservada por mi buen amigo y mejor aficionado Javier. Suyo fué el detalle de regalármelo y mío el placer de disfrutarlo.
El aspecto general es muy bueno, bien torcido y homegéneo al tacto, un hechura que me proporcionará un tiro fantástico.
Su capa colorada madura, su buen empaque y sus sugerentes aromas en frío, me hacen encenderlo sin más dilación.
Corto generosamente con cortapuros simple Solingen..., y compruebo de inmediato que el tiro va a ser bueno...
Las primeras sensaciones son muy buenas, de suavidad y dulzor, con maderas muy presentes y un sabor general muy agradable. Los aromas son sutiles y evocan la madera de cedro, su inseparable compañero durante 7 años.
El puro va desarrollando su potencial y su fortaleza aumenta, transmitiendo sensaciones deliciosas a puro tabaco cubano bien añejado. Puntas tostadas y a especias hacen aparición y el equilibrio del conjunto es perfecto.
La fortaleza es algo mayor que la del Double Coronas y los sabores de ambos son parejos..., aunque este me brindó un final mentolado muy especial.
Los cigarros son momentos, son situaciones y dependiendo de muchos factores las fumadas se miden de distinta manera.
Ayer, en la soledad de mi casa, sin interrupciones de ningún tipo y viendo un documental de lo más interesante, éste Punch me pareció grandioso..., casi tan grandioso como mi amigo Javier.
Un saludo