martes, 24 de julio de 2012

MARCE > Romeo & Julieta Cazadores




Hace ya unos días estuve comprando habanos en la cava de Fran en Las Rozas. Profesional y entendido donde los haya, me recomendó este cigarro, y haciendo caso a su sugerencia elegimos algunas unidades de este "Lonsdale" fechados en 2008.

La vitola de galera de este tabaco es "Cazadores", de 162 mm x 43 de cepo. Comparte medidas exactas únicamente con el Fonseca Nº 1. Y aunque existe otro Cazadores como vitola de salida, el José La Piedra Madrid, éste es un tripa corta y nada tiene que ver con los anteriormente citados, ni por su tipología ni por sus medidas.

Antiguamente se empleaban nombres más genéricos para definir el tamaño de los tabacos, cigarros con medidas similares. Este es el caso del "Lonsdale", que agrupaba (y agrupa) tanto a la vitola Cazadores, como a la vitola Dalias o a la vitola Cervantes. Por tanto el término de "Lonsdale" aún es válido, empleado a día de hoy sobre todo en personas de más edad.

En el caso que nos ocupa y centrándonos de este cazador de Romeo & Julieta, debo reconocer que no es un cigarro de mi agrado. Os explico porqué.

Su construcción es algo tosca, la capa no destaca especialmente (o más bien poco), y en el caso de las unidades compradas, el color de la capa es colorado madura. A la postre comprobaré además, el grosor excesivo de su envoltura.

Respecto a sabores y aromas, este habano no muestra virtudes destacables en ningún apartado. Los aromas evocan al cedro y los sabores son excesivamente primarios. Y aunque el sabor general no es malo, sí es cierto que su excesiva fortaleza resta interés al conjunto. Desde el inicio y hasta el final, las notas son muy similares y con poca o ninguna evolución: potente sabor a tabaco negro cubano, con notas bastante amargas y demasiado terroso con recuerdos a amoniaco. He fumado distintas unidades tanto en la calle como en casa y las sensaciones de repitieron.

Me ha desilusionado un poco este cigarro, ya que había leído y escuchado comentarios muy positivos de amigos aficionados. Sobre todo porque he leído que es un tabaco que añeja muy bien en el tiempo.

Tal vez estas unidades no estén todavía perfectas para ser fumadas, y quizás les quede un par de años para terminar de redondearse. A veces pienso que hay tabacos que se conservan (o vienen de origen) con demasiada humedad, restando, a la postre, virtudes al propio tabaco. En cualquier caso los 4 años desde su torcido, deberían haber aportado mejores sensaciones en un cigarro de 8 euros.

He guardado una unidad en el humidor para fumarla dentro de un par de años, y comprobar así qué diferencias aprecio.

Un saludo

lunes, 23 de julio de 2012

MARCE > Montecristo Nº 2




Clásico entre los clásicos, este Montecristo Nº 2 siempre ha formado parte de mis habanos favoritos..., por su ligada, por su vitola.

Los que habéis leido algunas de mis catas sabéis mi predilección por los tabacos figurados, y dentro de estos, las pirámides ocupan un puesto preferencial. Especialmente porque todas las pirámides de las distintas marcas cubanas, me parecen excepcionales.

Recordemos que junto a este Montecristo, se tuercen en la misma fábrica, el H. Upmann Nº 2 y el Diplomáticos Nº2. Esta terna coincide en formato y mantienen los tres, similitudes en cuanto a sabor, aromas y fortaleza.

Y por otro lado tenemos también en el mismo formato el particularísimo Partagás serie P Nº2 y el delicioso Vegas Robaina Únicos.

Y aunque había fumado este Montecristo en varias ocasiones, aún tenía pendiente subir una reseña del mismo y que ocupe su merecido sitio en este blog. Siempre he presumido de que este habano es uno de mis favoritos, por tanto, su omisión aquí, me sonaba a ofensa.

En los años 70 y 80 no existían a la venta tabacos de grandísimas dimensiones como ahora. Los cepos gruesos los ocupaban algunas pirámides, algún prominente y posteriormente algún robusto. Por tanto de niño, el ver este habano en sus cajas era un deleite para los sentidos. Desde entonces conservo recuerdos a aromas de cedro y el brillo de sus aceitosas capas. Recuerdos de la niñez y alimento de fantasías...

Recientemente, y celebrando un cambio en mi vida laboral, decidí que mi fumada debería ser algo especial, y al pensar en el habano a elegir, me vino de súbito este Montecristo Nº 2.

El puro, como en otras ocasiones, me pareció excepcional. Las sensaciones que transmite este tabaco son fantásticas, tanto en sus aromas como en sus sabores. Su humo evoca al cedro y activa nuevamente mis recuerdos: fragancias a cueva (a la cueva de puros de mi padre), a madera, a cuero viejo...

Los sabores son sutiles, con un dulzor y suavidad elegantes en boca, con matices a especias y a miel, todo ello mezclado con un amargor delicioso, parecido al regaliz. Su evolución es natural y habitual, de menos a más en cuanto a fortaleza y mostrando nuevos sabores..., más profundos, con puntas de pimienta, café y chocolate.

Definitivamente un gran puro, un gran acierto, un clásico.

Fantasías de antaño, realidades presentes...

jueves, 12 de julio de 2012

RICARDO > Ramón Allones Small Club Coronas



Hola.

Un cigarro que he fumado con alguna frecuencia, pero que se me había quedado en el tintero de las reseñas, el Ramón Allones Small Club Coronas.

Relativamente difícil de encontrar, su suministro no es continuado, pero se trata de un Habano frecuente en mentideros de Aficionados debido, probablemente, a dos motivos fundamentales:

Facilidad para disfrutarlo y riqueza de sensaciones.

Sus dimensiones y buena construcción en general, hacen que sea un cigarro fácil de encender y de fumar, normalmente con buen tiro sin necesidad de un añejamiento serio. Además, en menos de una hora está lista la fumada.

Creo recordar que Min Ron Nee, en su ‘Enciclopedia de Habanos Posteriores a La Revolución’, viene a definir a este cigarro, por el rango de sensaciones que proporciona, algo así como un Ramón Allones Gigantes en miniatura. Una excelente definición comparativa con la que estoy absolutamente de acuerdo. Vamos por partes.

La vitola de galera ‘Minuto’ tiene para mi algo de mágico y especial, pienso que al menos tres de sus salidas son excelentes representantes de la Alta Regalía Cubana, cigarros de grandes prestaciones y cualidades a pesar de la limitación de sus dimensiones.

Concretamente y además de este Small Club Coronas de Ramón Allones, Partagás presenta su Shorts, cuya ligada es sublime y las sensaciones que proporciona recuerdan a las mejores de antaño de la marca. También El Príncipe de San Cristóbal de La Habana me parece muy buen cigarro, probablemente el mejor de todo el vitolario de esta marca.

Existen o existieron otras salidas de la mencionada vitola de galera ‘Minuto’ que proporcionan buenas sensaciones, como el Bolívar Coronas Junior, cigarro este que he fumado en menos ocasiones.

La marca Ramón Allones se tuerce normalmente en la Fábrica de Partagás de La Habana, de esta manera está emparentada con los puros de la marca de fábrica, pudiendo presumir alguna analogía de ligada que proporciona recuerdos a las características de los cigarros Partagás. Pero este Small Club Coronas tiene diferencias muy marcadas con su pariente el Shorts, las sensaciones que producen sus respectivas fumadas tienen distintas paletas de tonos y matices aunque, como decía, alguna base semejante les crea el parentesco.

El cigarro que he fumado ayer noche se presentaba bien vestido con capa carmelita y de torcido impecable, después de un par de años en mi humidor, conservaba bien su homogeneidad. No puedo facilitar datos de fábrica y año de envasado porque se trataba de un regalo de un Querido Amigo.

Fácil de preencender con una sola cerilla larga de madera. Corte sencillo con un sacabocados. Sin necesidad de llama para finalizar el proceso, con un par de soplidos suaves fue suficiente.

Sorprende desde el inicio la profundidad y la dimensionalidad de las sensaciones que proporciona este pequeño cigarro: Fortaleza media-alta cubana que invade los sentidos con notas finas de recuerdos a pimientas y especias, en armonía con otros recuerdos a sabores minerales y al olor a tierra. Todo en constante evolución desde el comienzo.

No me resulta fácil dividir con exactitud la fumada en tercios. Las notas especiadas se van disipando con agilidad, dando paso a sensaciones cremosas cafeteras casi dulces, acompañadas de semejanzas al olor de maderas nobles y cuero.

Hacia la mitad de la fumada, la profundidad y la riqueza de prestaciones es realmente singular, un conjunto potente y muy fino, que transmite bien la sensación de Elegancia que la Alta Regalía Cubana proporciona.

Al cabo de tres cuartos de hora mal contados, termino la fumada de este Small Club Coronas, quemándome para percibir finalmente la última evolución de los recuerdos a café en notas mas tostadas y el aumento de la fortaleza, todo sobre ese fondo formidable antes descrito. Una pena que se acabe, apetece encender otro.

Acompañé la fumada con paz y tranquilidad. Y una copa corta de Brandy jerezano Señor Lustau. El ensamblaje de sensaciones fue muy gratificante al haber algunos rangos comunes que se iban acentuando mutuamente.

Pequeño momento de Soledad Deseada que algunos, solo algunos, conocen bien.

Saludos,