Este verano he fumado, de nuevo con el gran amigo Adrián, un par de unidades de este excelente tabaco.
Me sorprendió, que siendo de una caja del año 2006, las sensaciones de añejamiento fueran tan notorias en esta marca y vitola.
Riquísimo y complejo desde el principio, sabe a puro tabaco cubano en un rango de fortaleza media. Ideal para fumarlo en cualquier momento, su sabor a ratos me recordó a uno de los mejores momentos de una sensacional fumada para mi, que fué el Sir Winston de H. Upmann, con sabores similares y una notable cantidad de matices, muy sutiles y deliciosos.
Un 9 sobre 10 merecidísimo.
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