viernes, 10 de mayo de 2013

Marce > Montecristo Gran Reserva Nº 2




Hola a todos.

El pasado puente de mayo, y en compañía de mi gran amigo Adrián,  tuve la ocasión de probar esta pirámide de Montecristo. 

Me encuentro como "pez en el agua" pues los cigarros figurados me encantan, además la vitola "pirámide" es la perfección en tamaño y tiempo de fumada.

La situación es idílica: estoy de vacaciones, la compañía es inmejorable y entre los dedos tengo un tabaco cubano añejado de una de mis marcas favoritas. Todo un privilegio.

Respecto al puro, comentar que este tabaco es la primera gran reserva de Montecristo, recordemos, además que para que un Habano obtenga la calificación de Gran Reserva todas sus hojas - capa, capote y tripa - deben haber sido añejadas durante un largo y cuidadoso proceso de al menos cinco años. El Montecristo Gran Reserva Nº2 es un producto exclusivo y limitado. Únicamente se han producido 5.000 cajas numeradas en todo el mundo. Éstas están producidas con madera lacada en negro y cuentan con 15 unidades cada una. Su presentación es muy atractiva, con doble anilla, la de Montecristo y la negro-oro de Gran Reserva.

Y aunque el puro sale a la venta en 2012, se tuerce en 2011 con tabaco del 2005.

Pero vale ya de datos intrascendentes y pasemos a comentar las sensaciones de este veguero.

El cigarro es, de principio a fin, absolutamente magnífico, muy equilibrado y aromático a lo largo de sus tres tercios. El disfrute es mayúsculo y en algún pasaje de la fumada, Adrián y yo comentamos que: si realmente pueden encontrarse diferencias sustanciales entre este Gran reserva o el Original Montecristo Nº 2 con varios años de añejamiento. Vuelven a mi recuerdos similares que tuve cuando probé el Cohiba Siglo VI Gran Reserva, y me hice la misma pregunta. Ambos llegamos a la conclusión de que NO, al menos desde la perspectiva del aficionado. A los dos nos parece un purazo, pero es que un Nº 2 bien añejado de la serie regular también nos lo parece.

Diferencias o no aparte, el puro está en plena forma, de una moderada fortaleza, el sabor es delicioso, redondo, con sabor a tabaco del bueno, tabaco negro cubano, muy en la línea de la marca. Personalmente destacaría esas puntas a pimienta que siempre hallo en los Montecristo. Los aromas también son fantásticos, sutiles, el cuero y la madera de cedro impregnan con elegancia el ambiente.

En definitiva un cigarro buenísimo, fumado y disfrutado en la mejor de las compañías.

¡GRACIAS Adrián por tu inmensa generosidad!, siempre es un placer fumar juntos.

Un saludo

Marce

1 comentario:

  1. Para mi gusto, el mejor habano que he probado hasta la fecha, muy por encima de los BHK's o cualquier Cohiba...

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