jueves, 4 de febrero de 2010

RICARDO > La Gloria Cubana Medaille D'or Nº4


Hola.

Ayer, después de cenar, me entraron ganas de abrir uno de los regalos de esta pasada Navidad, una botella de Brandy Lepanto Oloroso Viejo. Se trata de un Brandy de Solera Gran Reserva, envejecido en barriles (botas) de Vino Oloroso Viejo de mucha calidad.

Para amenizar la bebida, en un rato de relajación en silencio, eché un vistazo al humidor, para ver lo disponible en estos tiempos de crisis. Todavía quedaban dos Gloria Cubana Medaille d’Or Nº4 de una caja (OSU –MAY 02) que compré hace un par de años. Y todavía quedaban esos dos en el humidor porque se trata de una fumada que me exige cierta concentración, no me resulta fácil de fumar y no siempre encuentro el estado anímico y la voluntad necesarias para dedicarme de pleno a estos Palmitas. Menos mal, porque si fueran fáciles de fumar, el contenido de la caja hubiese volado al poco tiempo de la compra, ya que la riqueza de sensaciones que trasmiten es formidable.

La Gloria Cubana se tuerce en la Fábrica de Partagás, teniendo, como en otros casos, algún parentesco entre cigarros con los de la marca de la casa. Mis fumadas de La Gloria Cubana se han basado en la Serie Medaille d’Or, números 3, 4 y en menor medida el Nº2. Me quedan ganas de encontrar el Nº1 que todavía no he probado. En los tiempos que corren son difíciles de encontrar ya que se trata de una marca y de unas dimensiones de cigarros fuera de moda. Me imagino que torcer estos cigarros no debe ser tarea fácil, el cepo es tan estrecho como un bolígrafo y en él hay que albergar cantidades apropiadas de Seco, Ligero y Volado de mucha calidad, proporcionando además tiro suficiente. Y como colofón, vestirlo bien con capote y bonita capa Colorado de venas bien tratadas, todavía brillante y atractiva después de estos años de añejamiento. Trabajo fino de torcedor.

Las dimensiones proporcionan un corte y encendido sin ningún tipo de problemas, usé el cortapuros de doble cuchilla ya que el bala podría destrozar la cabeza del cigarro, encendí con un Bic por pura pereza.

Es de los cigarros que avisa en el primer tercio, sorprende la calidad y potencia del humo desde el principio. El añejamiento ha proporcionado un equilibrio perfecto entre fortaleza y notas predominantes, en este comienzo tierra y tostados, en un conjunto muy fino.

Arde pausadamente corrigiéndose a si mismo, atractivo de observar, con una ceniza gris claro con discos oscuros. El tiro es muy ajustado, pero suficiente, adecuando el ritmo de fumada para no atascar, lo cual exige la concentración mencionada al principio.Durante el segundo tercio la sucesión de notas es excelente, ninguna de ellas desagradable, pero difíciles de describir, cacao, jardín y alguna cremosidad. Transmite la sensación de elegancia en todos los sentidos.

Final feliz al cabo de 55 minutos, con el tradicional incremento de fortaleza y sabores. Confieso que estaba convencido que iba a tener que utilizar el cortapuros por segunda vez para desatascar, pero no fue necesario, el comportamiento del cigarro durante la fumada fue muy correcto.

Conclusiones: El maridaje del Brandy con este Palmitas fue excelente, se trata de un Brandy Jerezano muy seco pero muy bien hecho, las notas de madera y los recuerdos de vino Oloroso con el alcohol perfectamente integrado combinaban a la perfección con el Medaille d’Or Nº4. Valga la cursilería, “sinfonía de sabores y sensaciones”.

La Gloria Cubana Medaille d’Or Nº4 me parece un cigarro de muy Alta Regalía, no apto para fumar con frecuencia, que exige cierta técnica y que es la fumada ideal para acompañar momentos de Paz y soledad deseada. Para disfrutar en el interior, en el sillón favorito, fumarlo en el exterior reduciría su riqueza en gran medida. En mi caso, solo acompañado por la citada copa, ni música siquiera.

Saludos,

Ricardo.

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