lunes, 15 de noviembre de 2010
RICARDO > Partagás Serie du Connoisseur Nº1
Hola.
Hace unos días estuve fumando un Partagás Serie Du Connaisseur Nº1 bien añejado y tomé unas notas de la fumada que me gustaría compartir con vosotros.
Se trata de un cigarro con la vitola de galera ‘Delicados’, cuyas dimensiones son exactamente iguales que las del ‘Laguito Nº1’, pero sin el rabito característico. La producción de este Partagás ha terminado este año, así como la de toda la Serie Du Connaisseur, formada por este Nº1, el Nº2 (Parejos) y el Nº3 (Carlotas).
Esta Serie de cigarros ha sido alabada y bien puntuada por Min Ron Nee y por Pier Luigi Zoccatelli en sus respectivos libros sobre Habanos, especialmente el Nº1. Coinciden ambos autores en resaltar buenas cualidades y atributos, relacionados con las características clásicas de la marca en este puro, que a diferencia de otros Partagás, parece no haber sufrido variaciones de composición, proporcionando de esta manera un conjunto de sensaciones iguales o muy parecidas a las que proporcionaban determinados Partagás de la segunda mitad del Siglo pasado. Constataré este hecho a lo largo de la fumada, especialmente con recuerdos del antiguo 8-9-8 de esa época.
Cigarro comprado suelto junto a unos cuantos más, los que quedaban en una caja de un estanco - cava lejano, pero muy bien acondicionado, durante un viaje del final de la Primavera pasada. Proveniente de una caja con más de cinco años de añejamiento, no recuerdo con exactitud si se trataba de una caja de 2003 ó 2005, en cualquier caso, como decía, más de cinco años de añejamiento y cinco meses de estabilización en mi humidor mediante giro, con humedad y temperatura medianamente constantes.
Destaca la elegancia del formato del cigarro, estrecho, largo y sin anillar. Impecablemente vestido con una capa en tono colorado – colorado con algún brillo presente al cabo de todo este tiempo, con las venas y nervaduras bien tratadas. Placentero a la vista y al tacto, ligeramente esponjoso, a pesar de su estrechez. La ausencia de anilla me hace notar que favorece el refinamiento visual.
Al igual que con otros Habanos, después del periodo de añejamiento y estabilización indicados, le quito importancia a los olores en frío, que deben haberse fundido con otros Habanos durante todo ese periodo, ganado de esta manera otras virtudes generadas por el paso del tiempo. En cualquier caso, el olor a cigarro cubano es notable, ausente de notas extrañas.Relativamente fácil de preencender, con una sola cerilla larga, en seguida se forma el aro de brasa deseado. Corte sencillo con una guillotina Solingen de doble hoja y final de encendido mediante unas pasadas con el Bic. Disco de brasa uniforme y correcto, el esperado.
Tiro ajustado en el inicio, que irá mejorando según avanza la fumada. Se perciben enseguida dos notas, de recuerdos terrosos y a pimienta que estarán presentes todo el tiempo. Humo contundente pero muy fino y cubano a la vez, que trae recuerdos de otros tiempos, otras vivencias y situaciones. Aparece cierta nostalgia bienvenida en esta fumada reposada y placentera.
Ceniza gris clara con sombras oscuras, compacta y uniforme, el cigarro arde lentamente, facilitando bocanadas limitadas de humo. Adapto mi cadencia a la velocidad que el tiro proporciona. Humo limitado por las dimensiones de este Habano de calibre fino, pero humo de muy alta calidad, fruto de un equilibrio excelente de las proporciones de hojas selectas de Seco, Ligero y Volado. Hacia el final del primer tercio empieza a dejar recuerdos untuosos muy marcados en el gusto después de cada bocanada, a tabaco cubano muy fino. En estas circunstancias transita de tercio, sin perder potencia y ganando densidad, con las citadas notas a tierra y pimienta presentes. En estos momentos me sirvo una copa generosa de Brandy Jerezano Lepanto, los recuerdos que el humo del cigarro me deja en la boca combinan bien con sorbos cortos de ese Brandy, que también tiende a despertar cualidades mientras mantengo la copa de balón en mi mano, meciendo el líquido con tranquilidad. Gratas sensaciones.
Termino la fumada al cabo de una hora y cuarto – una hora y veinte minutos. El tercio final se enriquece con recuerdos a tostados y la potencia persistente, echo el humo por la nariz con mayor frecuencia para apreciar mejor las sensaciones. Cuando quedan poco más de cuatro centímetros de cigarro, lo dejo descansar definitivamente en el cenicero, pasando a ordenar ‘en caliente’ las notas que ahora os transcribo.
Conclusiones.
Este cigarro no es para todos, por varios motivos:
Ya no se fabrica y su distribución en determinados mercados ha sido irregular, no estando siempre disponible en todas partes.
Las dimensiones no se ajustan a las modas actuales de cigarros de calibre grueso, donde la presencia de tabaco Volado en un ratio más elevado proporciona grandes bocanadas de humo.
Es necesario adaptar la cadencia de fumada al tiro limitado del cigarro, que deberá de estar añejado convenientemente para mostrar todo su potencial. Fumar este cigarro sin añejar, esperando la cantidad de humo de un puro de Calibre Grueso, conducirá irremediablemente a una mala experiencia.
Consciente que ya no habrá muchas oportunidades mas de disfrutarlo, guardo los Partagás Serie Du Connaisseur Nº1 que me quedan en el humidor para ocasiones especiales, con predisposición para fumarlos adecuadamente, ya que resulta un placer para recordar, mejor en soledad que en sociedad, para apreciar bien todos los matices.
Un lujo que va a desaparecer.
Saludos,
Ricardo.
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